En los países en desarrollo, cuando los sueldos, en su mayoría, no están acordes con las expectativas del trabajador, una mejora en ese aspecto es siempre esperada con ilusión, sin embargo, cada vez más los trabajadores, especialmente los más jóvenes, esperan también otro tipo de beneficios que son considerados como un “salario emocional” que puede ser un elemento importante al momento de reclutar, motivar o retener personal (fidelización corporativa).