La Ventana de Johari es un modelo de análisis que muestra las visiones sobre un mismo sujeto y cómo eso afecta la dinámica de sus relaciones personales. El modelo muestra cómo trabaja la información que poseemos sobre nosotros mismos, tanto desde la perspectiva de lo que mostramos a los demás como desde la de retroalimentación o feed back. La interacción entre esas perspectivas genera una visión más completa del yo y tratar de vernos no sólo como creemos ser sino a la vez sabiendo cómo nos ven los demás. Lo interesante de la Ventana de Johari es la forma sencilla y práctica de dar y recibir feedback y desde ese punto determinar cómo podemos manejar las brechas entre nuestra percepción y la ajena, mejorando en el proceso nuestras relaciones interpersonales.
De hecho, el mecanismo es tan efectivo que se usa también para analizar marcas, productos o clima laboral.
¿Cómo trabaja la Ventana de Johari?
Esta sencilla herramienta de la psicología cognitiva basa su funcionamiento en el hecho de que las
personas enviamos información sobre nosotros mismos todo el tiempo, en nuestras maneras de hacer y en lo que hacemos o no hacemos. Del mismo modo, quienes reciben nuestros mensajes los decodifican (según sus códigos) y sacan sus conclusiones, todo en una dinámica tan sutil y espontánea, que generalmente nos pasa desapercibida.
La teoría se articula mediante el concepto de espacio interpersonal, que está dividido en cuatro áreas (cuadrantes), definidas por la información que se transmite, brindando información sobre lo que yo conozco de mí, lo que los demás conocen de mí, lo que yo desconozco de mí, lo que los demás ignoran de mí, lo que los demás conocen de mí pero que yo no y aquello que nadie, ni yo, conoce de mí. El cruce de estos puntos de vista y sus percepciones, te puede decir si lo que los demás perciben es similar a lo que tú sientes que eres, o si por el contrario, tienen una visión de ti algo o muy distorsionada, en cuyo caso debieras revisar la situación.
El punto débil del modelo que ofrece la Ventana de Johari, es la subjetividad de la información, tanto propia como ajena, por lo que se recomienda ser tan honesto y objetivo como sea posible, y elegir a como colaboradores a personas que puedan cumplir con ese requisito.
¿En qué consiste el modelo?
La ventana consta de los 4 cuadrantes siguientes:
- Área libre (Pública): Es el cuadrante de aquello conocido por uno mismo y por los demás (aquí todo estamos de acuerdo sobre lo que se percibe).
- Área ciega: Es el cuadrante que incluye lo que no conocemos de nosotros pero que los demás sí conocen (aquí vemos lo que los demás ven y no lo sabíamos o nos negamos a aceptar).
- Área oculta: En este cuadrante se incluye lo que nosotros sabemos de nosotros mismos, pero que desconocen los demás (aquellas cosas que no queremos hacer públicas).
- Área desconocida: En este cuadrante irán todo aquello que nadie conoce y que aparecerá durante el proceso como un descubrimiento inesperado (es un potencial que podemos aprovechar!!)
Aunque hay muchas maneras de trabajar la Ventana de Johari, la más sencilla es hacer el siguiente
ejercicio:
Haz una lista incluyendo entre 5 y 10 característica o rasgos que consideres que te definen como persona.
Luego haz que unas 5 a 10 personas cercanas a ti (amigos, pareja, compañeros, familiares) hagan lo mismo sobre ti.
Una vez tengamos las diferentes listas, crea tu Ventana de Johari ubicando la información recopilada en los recuadros correspondientes:
- Clasifica como “públicos” aquellos rasgos que tú has identificado en ti y al menos otra persona también, es decir, ha coincidido contigo.
- Clasifica como “ciegos” los rasgos que otros han señalado pero tú no (aunque creas que no tienen la razón).
- Agrupa como “ocultos” las características que tú has enumerado pero que los demás no han reconocido en ti.
- El resto de rasgos, ponlos en como “desconocidos”. Se recogen en esta área por descarte, no significa que necesariamente formen parte de tu subconsciente.
Con la información resultante, descubrirás aspectos insospechados y también podrás ver más claros algunos que quizás nunca has querido reconocer. En general, dependiendo de las acciones que te plantees a partir de aquí, puedes mejorar tus relaciones con los demás y ser una persona más acorde con la que tú quieres llegar a ser.
Conocer tus fortalezas y limitaciones te facilitará iniciar medidas de desarrollo más acordes con la realidad, a la vez que realizas cambios en la forma como te relacionas con los otros, sabiendo cómo te ven y cuan cercana o lejana está esa visión de la que tú realmente esperas.
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