Los jefes buscan candidatos y no sólo evalúan sus
conocimientos técnicos, títulos profesionales, capacitaciones y experiencia,
sino sobre todo
espera uno que posea habilidades interpersonales bien desarrolladas y que las sepa aplicar debidamente, porque en gran medida son
responsables del éxito o del fracaso del trabajo en cualquier área. Aunque existen diversos criterios al respecto. Se consideran
las más importantes: el liderazgo, trabajo en equipo, gestión de conflictos y
negociación, automotivación, comunicación, capacidad de escucha, empatía, entre
otras.
Cada persona posee unas más que otras, y la trascendencia de
las que requiera dependerá en gran medida del puesto al que aspira. Lo
interesante es que todos tenemos la capacidad de desarrollar estas habilidades
aunque no todos lo hagamos, ya que el objetivo requiere tiempo, paciencia y
mucha perseverancia en un proceso de cambio personal, pero es posible y
bastante provechoso lograrlo.
Para determinar nuestro nivel de competencias blandas
existen muchas formas, pero una muy rápida y precisa, científicamente avalada,
es PDA Assessment. Hemos hablado sobre el tema en un post anterior "Por qué someterme a un test psicométrico" (https://humanconsultor es.blogspot.pe/2014/12/por-que-someterme-un-test-psicometrico.html) y sea que uses un PDA u otro medio, es importante revisar
nuestro nivel de competencias, especialmente aquellas requeridas directamente
por el puesto al que aspiramos, pues más tarde o más temprano,
necesitaremos
tenerlas con un mayor nivel de desarrollo.
Como dice Inés Temple en su post "Mejorando nuestras competencias emocionales y sociales" http://elcomercio.pe/blog/empresariodetuempleo/2016/09/mejorando-nuestras-competencias-emocionales-y-sociales,
“no se trata de qué tan competente seas, sino de la percepción que la otra
persona se forma de ti, de tu forma de trabajar, y de cómo imagina que
funcionarías en su entorno. ¿Querrías trabajar con alguien que te pareciera
pesado? ¿Incorporarías en tu negocio a una persona que te parece desagradable?
¿Estarías dispuesto a pasar muchas horas del día con una persona que no te cae
bien, o con quien no tienes nada en común que te permita desarrollar un
“vinculo” por pequeño que este sea? ¡Definitivamente no!
Hoy más que nunca, desarrollar habilidades emocionales y
sociales, esas capacidades para generar empatía con tu entorno, es casi tan
importante como la experiencia laboral. Y es que para ser empleables hay que
trabajar en paralelo los planos laboral y social. Este último plano supone
saber relacionarse con los demás, trabajar en equipo, ser asertivo, maduro,
agradable y tener capacidad de resolución de los conflictos interpersonales”.Por lo tanto, si deseas aumentar tu nivel de empleabilidad, sea que tengas trabajo o que estés a la búsqueda de uno, asegura tu punto extra: desarrolla tus competencias blandas.
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